¿En perseguirme, mundo, qué interesas?

¿En perseguirme, mundo, qué interesas? 
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento 
poner bellezas en mi entendimiento 
y no mi entendimiento en las bellezas? 

Yo no estimo tesoros ni riquezas,  

y así, siempre me causa más contento 
poner riquezas en mi entendimiento 
que no mi entendimiento en las riquezas. 

Yo no estimo hermosura que vencida 

es despojo civil de las edades  
ni riqueza me agrada fementida, 

teniendo por mejor en mis verdades 

consumir vanidades de la vida 
que consumir la vida en vanidades.



Sor Juana Inés de la Cruz



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